Desde este jueves 29 de marzo hasta el 7 de abril se lleva a cabo la 36° edición del Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay, organizado por Cinemateca Uruguaya.
El evento reúne cerca de 200 largos y cortos de 50 países, entre los que se encuentran 41 óperas primas y 69 trabajos dirigidos por mujeres. “Recuerdo que hace dos años contábamos con la sección Una habitación propia: Mujeres y Cine. En esta 36ª edición esa habitación no admite ya compartimentos, se extiende ya por todos los meandros del festival” reflexiona Alejandra Trelles, directora artística del festival.
Veinte de los títulos que se proyectarán en diferentes salas de Montevideo tendrán su première mundial en Uruguay, entre los que se encuentran los documentales uruguayos “Locura al aire” de Alicia Cano, “Los olvidados” de Agustín Flores y “Ópera Prima” de Marcos Vanina; el largometrajes español “Los hijos de la vid” de Ana Dominguez , el argentino “Kollontai, Apuntes de resistencia” de Nicolas Mendez Casariego, el argentino- uruguayo “Criatura” de Federico Natali y el portugués “Djon Africa” de Filipa Reis y Joao Miller Guerra.
Esta edición contará con sus tradicionales seis secciones en competencia: Largometrajes internacionales, Largometrajes iberoamericanos, Competencia Nuevos realizadores, Competencia de Cine de derechos humanos, Cortometrajes internacionales y Cortometrajes uruguayos.
Además habrá un panorama internacional de largos y cortometrajes y un Focus Brasil, formado por doce películas. “La cinematografía brasileña está sorprendiendo por su fecundidad creativa, la diversidad de perspectivas y formatos que le hace ganar premios en todo el mundo y ese latido que acompaña a sus cineastas, abiertamente irritados con la situación de democracia oscurecida y convulsa y de golpe de timón difuso que sus obras y ellos personalmente denuncian por el mundo, igual que en otros momentos y en otros países -entre ellos el nuestro, claro- otros emisarios de la cultura y el sentimiento abanderaron como compromiso ineludible en momentos críticos para sus pueblos” opina Trelles.
También volverán a estar las secciones Ensayo de Orquesta, dedicado al cine con temáticas musicales; Ojo con el cine donde el arte cinematográfico se vuelve autorreferencial; y las muestras de festivales internacionales Semana dos realizadores (de Río de Janeiro) y del Festival Latinoamericano de Vídeo y Artes Visuales de Rosario. Entre los invitados se encuentran Pino Solanas, Guldem Durmaz, Marcio Debellian, Laura Bari, Giampaolo Montesanto, Juan Manuel Bramuglia y Kristina Konrad.
Este será el último año en el que el festival de Cinemateca se desarrolle en sus antiguas salas, ya que en la primavera de este año se inaugurará su nueva sede, el edificio de la Corporación Andina de Fomento. “Les tengo que confesar que el planteamiento inicial fue el de conformar una edición de tránsito, un puente sólido pero austero entre lo que han sido las sedes históricas del festival y el futuro, ya tan cercano y lleno de ilusiones de la nueva cinemateca, las salas de última generación, aquí, al lado. Como esta transición nos ocupa tiempo y energías, habíamos planeado una edición como estación de paso, con menos películas e invitados. La idea era la de mantener la continuidad necesaria en los perfiles de programación con las ediciones anteriores, pero sin ostentaciones. Bueno, pues no nos salió. El festival se va armando como un ente vivo, orgánico, según van apareciendo las películas necesarias, perentorias o inmanentes. El cine que queremos. Y este ha fluido como un torrente hasta dar forma a un caudal que ha desbordado nuestras previsiones. Esta estación de paso prudente mueve hoy sus agujas para dejar vía libre a una edición con más contenidos que ninguna otra anterior. Creo que, en el fondo, es una despedida que se merecen las salas que han alimentado los sueños de estas 36 ediciones de nuestro festival y nuestro público” concluye Alejandra Trelles.